
Mientras mexicanos y canadienses lamentan haber perdido parte de su flujo de turistas estadounidenses, Escocia celebra que los viajeros procedentes de este mercado hayan hecho que el país bata récords turísticos. El año pasado ha supuesto un aumento del 9 por ciento en volumen total de visitantes que, para ponerlo en contexto, es un 26 más que en 2019, antes de la pandemia.
El total de viajeros ha subido un 9, pero el de norteamericanos un 15 y particularmente el de estadounidenses un 22 por ciento, lo cual se refleja en el gasto turístico.
Ustedes dirán que poco puede celebrar Escocia si cambia americanos por europeos, pero es que no es eso porque también los europeos han aumentado un 11 por ciento, con caídas sólo entre australianos y chinos. Y son caídas mínimas.
De alguna manera este éxito explica que United sume ahora un vuelo a Glasgow, tras el éxito de su ruta a Edimburgo. Y tanto Easyjet como Wizz Air están poniendo en marcha rutas a Barcelona, Roma o Milán y también París a Aberdeen.
Hoy, Edimburgo ofrece rutas desde 150 ciudades europeas y Glasgow desde 100.