
Los nuevos controles de fronteras Entry-Exit System (EES) comenzaron este domingo en España con las primeras incidencias y demoras en Madrid-Barajas. El sistema, impulsado por la Unión Europea, obliga desde ahora a registrar huellas dactilares, imagen facial y documentación de los viajeros procedentes de países no pertenecientes a la UE cada vez que entren o salgan del espacio Schengen.
Según Vozpópuli, el EES, que se implantará de forma progresiva hasta abril de 2026, tiene como objetivo reforzar la seguridad y controlar mejor la estancia de los visitantes, pero su estreno ha generado preocupación en el sector. Algunas fuentes avisan de que los nuevos trámites pueden alargar entre tres y cinco minutos la inspección de cada pasajero, frente al medio minuto actual, lo que en vuelos con alta ocupación podría traducirse en esperas de hasta horas.
El primer aeropuerto en aplicar el nuevo sistema ha sido el de Madrid-Barajas, donde los pasajeros extracomunitarios ya deben pasar por el nuevo registro biométrico. En los próximos días se incorporarán Barcelona-El Prat, Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol y los aeropuertos canarios.
El Ministerio del Interior ha confirmado que “el control de los puestos fronterizos europeos en territorio español seguirá siendo competencia de la Policía Nacional”, mientras que la Guardia Civil mantendrá sus labores de vigilancia fiscal y aduanera. La inversión del Gobierno en el despliegue del sistema asciende a 83 millones de euros, con un inicio parcial que permitirá cumplir de momento con un mínimo del 10% de los requisitos exigidos por Bruselas.
El nuevo control no se aplicará a menores de 12 años. Según Interior, si el viajero necesita visado, solo se almacenarán los datos de su pasaporte y su imagen facial. En caso contrario, se registrarán además cuatro huellas dactilares. El Ejecutivo asegura que todas las fronteras están preparadas para el funcionamiento del sistema, aunque su aplicación será progresiva durante los próximos meses.