
El sector turístico español encara el cuarto trimestre de 2025 con previsiones de moderación en sus ritmos de crecimiento tras varios años de bonanza. El último informe de Exceltur anticipa un aumento medio de las ventas de solo un 2%, por debajo del 2,8% registrado en verano (Frenazo en el nivel de confianza del empresariado turístico).
El motivo de esta ralentización reside en el impacto del complejo escenario geoeconómico internacional en el gasto turístico de familias y empresas. El lobby empresarial apunta que tiene una especial incidencia en algunos mercados clave para España, como Alemania, Francia e Italia, Estados Unidos y el propio mercado nacional.
Por destinos, las expectativas empresariales para el último trimestre presentan una evolución desigual. Cantabria (+3,4%), Castilla-La Mancha (+3,2%), País Vasco (+2,7%) y Madrid (+2,7%) encabezan las previsiones más optimistas, mientras que los territorios de sol y playa muestran un avance más contenido: Andalucía (+0,7%), Baleares (+0,6%), Canarias (+0,5%) y la Comunidad Valenciana (+0,5%).
Para Exceltur, estos datos confirman “la etapa de normalización en el comportamiento del sector, tras los intensos ritmos de crecimiento experimentados en los últimos tres años”. A este respecto, subraya que así “se consolida un patrón de crecimiento más relacionado con los fundamentos macroeconómicos y la evolución de la renta de familias y empresas, tal y como venimos observando desde los meses de primavera”.
Esto ha llevado a una rebaja en su estimación para el conjunto del año, situando el incremento del PIB turístico en el 2,8%, frente al 3,3% previsto en julio. De confirmarse esta cifra, el crecimiento del turismo se alinearía con el promedio de la economía española (2,6%-2,7%) y dejaría de ser el principal motor del PIB, tras varios ejercicios en los que supuso más de la mitad del aumento del valor añadido nacional.
Pero más allá de todas estas estimaciones, Exceltur hace un llamamiento a las administraciones para que solucionen algunos temas de calado. Entre ellos se encuentra la implementación de la Estrategia Turismo Sostenible España 2030; la mejora de las infraestructuras de transporte; la regeneración de destinos maduros de sol y playa; la eliminación de nuevas tasas al sector; la consolidación del registro único de alquileres turísticos para combatir la oferta ilegal; y un plan para mitigar el impacto del absentismo laboral.