
Hace ya varios meses que se está labrando un conflicto entre la plantilla de pilotos de Lufthansa y la compañía. El motivo son las pensiones del colectivo (Spohr (Lufthansa): “Hasta el 2027 no se verán grandes resultados”).
La aerolínea ha estado negociando con Vereinigung Cockpit porque el fondo de pensiones ha colapsado. El sindicato ha dicho que consultará a sus afiliados si van o no a la huelga.
El problema es sencillo: Lufthansa ha dicho que no puede pagar lo que piden los pilotos que, esencialmente, son mejores condiciones en su retiro. “Nuestra capacidad financiera no permite esto”, argumentó Jens Ritter, en una publicación interna. “No tenemos el dinero para mejorar la última oferta que hemos hecho, que pensamos es muy buena”.
Los pilotos piden una mejora anual del fondo de 228 millones de euros, lo que la compañía dice que es más que duplicar la cantidad actual. “La única alternativa es desviar más aviones a operaciones más rentables en el grupo”, advierte.
Este día 30 de septiembre se votará si van o no a la huelga. El actual plan de pensiones fue reestructurado en 2017 y los sindicatos dicen que desde entonces las cosas empeoraron.