
British Airways ha prohibido a su plantilla de vuelo, pilotos y de cabina, tomar café en público. En realidad les prohíbe tomar cualquier cosa, también té o refrescos, menos agua. Es parte del nuevo código de apariencia y conducta que acaba de aprobar.
Sí se permite que la tripulación de los aviones consuma estos productos en locales adecuados para ello como una cafetería, pero nunca caminando con su uniforme o esperando en zonas en las que estén también los pasajeros. En Gran Bretaña, incluso mucho más que en España, es frecuente que la gente camine por la calle con un café en la mano.
La nueva normativa establece qué colores de pintura de uñas están permitidos, qué estilos de peinados y de gafas de sol. Todo está regulado como parte de un programa para mejorar la imagen de la aerolínea, lo cual, no obstante, ha generado críticas internas.
Como las blusas de los uniformes son excesivamente finas, se prohibió la ropa interior oscura, pero ante las quejas de los sindicatos se ha optado por cambiarlos.
En cambio, se han relajado las normas de maquillaje, zapatos y peso.
También, de forma muy curiosa, queda prohibido volar en British Airways, si no se está en servicio, vestidos con el uniforme. Esto, en cambio, sí se permite a personal de otras aerolíneas que suban a sus aviones.
Quedan prohibidos los selfis o vídeos o fotos en las habitaciones de hotel mientras se está descansando entre vuelo y vuelo, en todos los destinos. Ni siquiera se pueden hacer y publicar estas fotos en ámbitos cerrados.