
Primero supimos que Wizz Air, la low cost húngara, dejaba su presencia en Viena reducida a poca cosa. Y ahora es Ryanair, que cancela tres rutas aduciendo que el impuesto de 12 euros por pasajero le obliga a abandonar (Wizz Air abandona Viena y cancela cuatro rutas con España).
A partir de ahí, Michael O’Leary arremetió contra el gobierno austríaco, como estamos acostumbrados.
Pero no se va de todos lados. Ayer mismo informó de nuevas rutas en Portugal, donde los impuestos parecen más amistosos con la irlandesa.
Semanas después de anunciar la retirada de más de un millón de plazas en España, Ryanair anunció ayer su ampliación de rutas en el país vecino, con un aumento de frecuencias en muchas rutas existentes y con cuatro completamente nuevas. Faro y Madeira son los aeropuertos más beneficiados, con dos aviones adicionales en la isla atlántica (Los recortes de Ryanair golpean de lleno a Canarias y Galicia).
Sin embargo, Ryanair mantiene el veto a aumentar su presencia en Lisboa, debido a los costes del aeropuerto.
Las rutas de Oporto a Gotemburgo y a Varsovia son totalmente nuevas; las de Faro a Cracovia y de Madeira a Shannon, en Irlanda, también. Pero se añaden muchas más frecuencias a otras existentes.
Ryanair dijo que está dispuesta a duplicar el número de viajeros en Portugal si el gobierno mantiene sus políticas como hasta ahora, con tarifas que la irlandesa considera razonables.