
La desaparición de la marca más antigua de Europa en materia de turoperación vino seguida de un periodo de liquidación que acabó con su venta, uno de los pocos bienes de cierto valor, que reabrió únicamente como agencia online. De eso estos días se celebran cinco años (Thomas Cook como OTA: la marca no está muerta).
La nueva Thomas Cook dispone de un portfolio de más de 17 mil hoteles y tiene acuerdos con 190 aerolíneas, con destinos en todo el mundo.
La reintroducción de Thomas Cook en el mercado fue un proceso lento que aún no ha acabado. Su ejecutivo de viajes vacacionales, Alan French, explica que “es increíble que ya estemos celebrando cinco años de esta nueva etapa. Nuestro objetivo ha estado centrado en ofrecer a los clientes el viaje con el que están soñando. Debemos haber acertado en el enfoque porque nos hemos encontrado con mucho apoyo y una excelente acogida”, explica.
El modelo consiste en disponer de toda la oferta imaginable y no sólo de la masiva. “Ofrecemos opciones y flexibilidad en nuestra red de alojamientos”, dice French, lo cual es una señal de identidad. Con ese producto, la nueva Thomas Cook garantiza la personalización del viaje que para muchos es lo que lo convierte en una experiencia.