
La temporada alta de 2026 pinta que será peor que la de este año. Así lo vienen transmitiendo en privado desde los gigantes emisores. El sentir y los datos hasta la fecha concluyen que habrá una contracción en los viajes, acentuando la tendencia de este 2025 que ha supuesto un punto de inflexión respecto a los dos veranos pasados de récord.
Alemania viene siendo el gran mercado que más está descendiendo, entre otros motivos por su economía debilitada tras perder la energía barata rusa, y la protección militar estadounidense. Además, las tasas aeroportuarias y de seguridad duplicaron su coste tras la pandemia, con lo que hoy solo en impuestos y cargos estatales se pagan 35 euros por billete, seis veces más que en España.
Turquía, de su lado, está invirtiendo mucho más en la ampliación de la temporada baja, con proyectos como parques temáticos, instalaciones deportivas y eventos culturales. En Mallorca, por su parte, tras las excesivas hoteleras de la primavera, que generaron una caída en las reservas de mayo y junio, luego se tuvieron que corregir con descuentos.
Unido a esto, Reino Unido y Alemania muestran preocupación por las restricciones que Sanidad planea imponer al tabaco y al vapeo en espacios abiertos. La mayoría de sus tabloides han amplificado el impacto de ello en la experiencia turística, al afectar no sólo a restaurantes y bares, sino también a las playas.
Así, supermercados como Mercadona apuntan a convertirse de nuevo en casi los únicos grandes ganadores del negocio de los viajeros, ante el auge de Airbnb que pese a las palabras de los gobernantes, sigue sin recibir la contundencia de expulsar a las viviendas ilegales, de igual modo que ocurre con Booking.