
En toda Europa la competencia entre las aerolíneas es feroz, pero Viena lleva tiempo siendo un lugar durísimo, con Lauda Air (Ryanair) y todo el grupo Lufthansa compitiendo cara a cara. Ya Level tuvo que irse en su momento con el rabo entre las piernas.
Y ahora le llega el turno a Wizz Air, la húngara. Desde ahora y hasta marzo de 2026, la aerolínea irá desmontando sus rutas para abandonar la plaza en esa fecha, cerrando la base (Wizz Air aprovecha el recorte de Ryanair en España).
Bilbao es una de las rutas que va a dejar ahora, de inmediato. Pero después continuará con el desmontaje de sus servicios hasta retirar los tres aviones que tienen base en el primer aeropuerto de Austria, que se irán el 15 de marzo próximo. La medida también supondrá la supresión de las conexiones con Barcelona, Málaga y Tenerife Sur.
Wizz Air ha dicho que pone en marcha el mecanismo habitual en el caso: comunicarse con los clientes y ofrecerles o el reembolso o créditos para su uso en otras rutas de la compañía que, desde Viena, ya serán muchas menos.
La decisión de la aerolínea responde, al igual que el cierre de Abu Dhabi, a la necesidad de empezar a dar dinero a los accionistas, que llevan años que, por una causa o por otra, no tienen ni dividendos ni tampoco consiguen una buena cotización del valor. La dirección, como saben, lleva años amparándose en varios motivos para no tener beneficios, pero el margen de maniobra amenaza con agotarse (El fracaso de Wizz Air: abandona Abu Dhabi).