
El tiempo dirá si estamos ante una situación pasajera o bien se prolongará, pero en estos momentos es una verdad irrefutable que las grandes redes están virando sus estrategias para combatir un mal endémico del sector de agencias, la guerra de descuentos (Las agencias independientes temen el efecto de la guerra de precios).
Aunque, lógicamente, el factor precio sigue y seguirá jugando un papel fundamental en la decisión de compra de sus clientes, los grupos punteros de distribución turística del país llevan varios meses apostando por acciones comerciales más comedidas que antaño, huyendo por lo general de una agresividad que lleva aparejada un deterioro de unos márgenes ya de por sí ínfimos (VECI sacrifica volumen en el ‘corporate’ para ser más rentable).
Basta con echar un vistazo a los portales o escaparates de Viajes El Corte Inglés, Halcón Viajes, Nautalia, Azul Marino o B travel para observar que han suavizado el tono. Precisamente, Nautalia fue pionera en este cambio de tendencia que parece haber cuajado en un sector necesitado de un incremento de la rentabilidad (Nautalia pisa el acelerador y acaricia otro récord).
Además de haber prácticamente desaparecido las grandes rebajas, otra acción que viene a demostrar este viraje comercial es la eliminación de las polémicas promesas de igualación de precios de los competidores, a las que recurrían asiduamente tanto Viajes El Corte Inglés como Halcón.
El viraje responde a una necesidad de fondo en la que todos los directivos coinciden: sentar las bases de un mercado más estable y sostenible, centrándose en la puesta en valor del servicio y en generar confianza, frente a la guerra de precios. No obstante, el equilibrio es frágil y una caída de la demanda o un repunte de la rivalidad podría reactivar la espiral de descuentos.