
La acción colectiva contra Booking, impulsada por el lobby europeo Hotrec con el apoyo de más de 30 asociaciones nacionales, echa a andar después de haber concluido el periodo de adhesiones, en el cual se han sumado más de 15.000 hoteles del continente (Avalancha contra Booking: 15.000 hoteles se unen a la batalla legal).
A partir de ahora, un equipo de expertos formado por abogados y economistas con amplia experiencia en litigios por daños antimonopolio liderará el proceso con el que se pretende conseguir que la OTA abone indemnizaciones millonarias por imponer las polémicas cláusulas de paridad durante dos décadas.
Aunque la cuantificación de los daños y perjuicios ocasionados por estas prácticas es compleja, Hotrec revela que “una evaluación preliminar indica que los hoteles podrían recuperar hasta el 30% o más del total de las comisiones pagadas a Booking desde 2004 a 2024, más intereses”.
Uno de los aspectos clave de la demanda colectiva es la decisión de interponerla en los Países Bajos, aprovechando que ahí se encuentra la sede del gigante online. ¿Por qué? En primer lugar, porque los hoteles evitarán cualquier discusión sobre jurisdicción internacional y podrán, además, agrupar las demandas de toda Europa, lo que debilita la posición de Booking.
Por otro lado, el Tribunal de Distrito de Ámsterdam “es probablemente el que tiene más experiencia de Europa en el ámbito de las demandas colectivas por daños y perjuicios en materia de defensa de la competencia”. “Ya está familiarizado con el asunto y gestiona el procedimiento en el litigio paralelo (aún pendiente) entre hoteles alemanes y Booking de forma muy competente y fluida”, revelan desde Hotrec.
En cuanto a la estrategia a seguir, los abogados contratados se apoyarán en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 19 de septiembre de 2024, que confirmó que las cláusulas de paridad utilizadas por Booking “violan la legislación de la UE en materia de competencia”.
“Dichas cláusulas eliminaron la competencia de precios entre las OTA, lo que dio lugar a niveles de comisión artificialmente inflados; restringieron los canales de distribución directa de los hoteles, mucho menos costosos; e impidieron la entrada en el mercado de nuevas OTAs y forzaron a las más pequeñas a salir del mercado, provocando así un oligopolio”, sostiene el lobby hotelero.
Los demandantes confían en resolver la disputa de forma extrajudicial y con relativa rapidez, si bien aclaran que esto “dependerá en gran medida de la actitud de Booking, por lo que escapa a nuestro control”. En cualquier caso, afirman que están preparados para soportar un procedimiento judicial “largo y costoso”, recordando que “los intereses por daños y perjuicios ya están acumulándose a favor de los hoteles, lo que implica que una mayor duración del proceso incrementará también la cuantía de los intereses reclamables”. “En caso de llegar a juicio, estimamos que el procedimiento podría resolverse en un plazo máximo de cinco años”, concluyen.