
Acaba de aterrizar en Frankfurt un Boeing 787 procedente de Seattle, Estados Unidos, que acaba de ser entregado por Boeing a Lufthansa. El avión marca un hito largamente, muy largamente esperado: incorpora por fin los nuevos asientos Allegris (Otro desastre de Lufthansa: los 787 nuevos no vuelan).
Es el primero de los 29 aviones de este modelo encargados y que se irán incorporando a la compañía alemana en el futuro, para por fin poder retirar a los obsoletos A340 (es prácticamente la única aerolínea que aún los opera en Europa) y los B747 (otro tanto).
El retraso tiene que ver con Boeing, pero sobre todo con la introducción de Allegris, que es un caos completo, culpa de Lufthansa. El proyecto lleva un retraso formidable, por incontables razones. La última es que los asientos se deben certificar para cada modelo de avión, lo que ha provocado nuevos retrasos.
Finalmente, Lufthansa mira para otro lado y celebra la llegada de los nuevos aviones. El primero comenzará a volar desde mediados de octubre entre Frankfurt y Toronto. Antes de que acabe el año han de llegar otros nueve aviones.