
Casi todas las aerolíneas low cost, sobre todo las que han triunfado, son iniciativa de particulares. No en el caso de Arabia Saudita. Allí, el gobierno, a través de su autoridad en Aviación Civil, ha convocado un concurso de aspirantes para crear una línea aérea de bajo coste, se supone que con subvenciones estatales (Golfo Pérsico: introducen el visado único para seis países).
El organismo convocante ha adjudicado a un consorcio integrado por tres socios, el grupo Nesma, la aerolínea Air Arabia y el Holding KUN, de Gran Bretaña, para poner en marcha el proyecto.
Esta low cost tendrá su base en Dammam y pretende dinamizar esta región del país más cercana al Golfo Pérsico.
El concurso se convoca con el objetivo de que la nueva aerolínea atienda 24 rutas interiores y 57 internacionales para 2030, disponiendo entonces de 45 aviones y siendo capaz para esa fecha de transportar 10 millones de pasajeros.
El máximo responsable de Air Arabia, que es una aerolínea ya existente y de bajo coste, dijo que estaba encantado con haber sido escogido para crear la nueva compañía, sin explicar la paradoja de que la nueva en realidad debería ser una competidora de la propia Air Arabia.
Como ven, la transformación de Arabia Saudí, siguiendo el modelo de Dubái o de Qatar, sigue a toda velocidad.