
En un acto unilateral no exigido por la legislación canadiense, Air Canada, la aerolínea afectada por una huelga radical que durante cuatro días de agosto dejó toda su flota en tierra, aceptó pagar algunos costes en los que su paro ha hecho incurrir a los clientes (Air Canada: cerrado un acuerdo y fin del paro).
La compañía indicó que va a hacerse cargo de “ciertos costes de transporte” derivados de su huelga. Los beneficiados serán viajeros cuyos vuelos entre el 15 y el 23 de agosto fueron cancelados y no llegó a ofrecerles una alternativa.
Air Canada subió a su web un impreso que los viajeros deberán llenar para conseguir la ayuda de la compañía.
En Canadá hay una polémica sobre la responsabilidad de la compañía en las cancelaciones que ha habido. A diferencia de Europa, no está claro quién ha de pagar y, después, que se pague. En Europa está claro que paga la compañía, aunque después muchas buscan pretextos de todo tipo.
Gabor Lukacs, responsable de una asociación denominada Derecho de los Pasajeros Aéreos, sostiene que las aerolíneas tienen que indemnizar en el caso de que no haya habido una reasignación de asientos. Lukacs dice que en muchos casos Air Canada no ofreció alternativas, en algunos casos porque no existen. Además, tratándose de agosto, es frecuente que, si hay vuelos de otras aerolíneas, estén llenos o a precios desorbitados.