
Las Palmas de Gran Canaria ganó 86 pisos turísticos desde que pidió ser zona tensionada, y el porcentaje de viviendas vacacionales se eleva hasta el 1,67% del total residencial, suponiendo el cuarto mayor de las grandes urbes españolas ante la plaga de Airbnb que no cesa pese a sus evidentes efectos nocivos en comparación con el resto de modelos de alojamientos.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria declaró la ciudad como zona de mercado residencial tensionado pero en dos años, el número de viviendas vacacionales operativas en la capital ha crecido en 461, según el Instituto Nacional de Estadística (INE); y desde que esta la petición municipal, que incluye datos de agosto de 2024 hasta ahora, el aumento es de 83 unidades nuevas.
Las Palmas de Gran Canaria se posiciona así como la cuarta de las diez ciudades más pobladas de España con mayor peso relativo del negocio de las viviendas vacacionales en el parque residencial, con un 1,67% de todos los pisos de la capital grancanaria tiene un uso turístico, superada solo por Málaga, con un 3,28%; Sevilla, donde llega al 2,18%, y Alicante, en la que el porcentaje es del 1,98%.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística subrayan que en cinco años, el número de viviendas vacacionales ha crecido un 30%. Y si se atiende al número de plazas, este porcentaje se ha incrementado en un 27,48% en ese mismo periodo, según Canarias7.
En este contexto de crecimiento, y desde que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria redactó la memoria en que se basa la petición de zona tensionada, este porcentaje se ha incrementado en un 3,03%. Este informe municipal destaca “el papel específico de la vivienda vacacional como elemento distorsionador sobre la dinámica en la relación entre la oferta y la demanda en la ciudad”. El impacto que tiene en los precios, según el argumento consistorial, en doble:por un lado, tira de los precios al alza por cuanto que el mercado turístico se mueve en un rango de precios superior;y, por otra parte, reduce la oferta de viviendas de alquiler, lo que añade un efecto inflacionista.