
La aportación de Turkish a Air Europa supone valorarla en unos 1.100 millones de euros si su 26% se tasa en unos 300 millones. La aerolínea de Globalia gana dos socios fuertes si se le añade IAG, lo que le da más garantías en caso de turbulencias. “Son los mejores socios que se puede tener”, ha llegado a decir Juan José Hidalgo sobre ellos.
El presidente de Globalia puede pensar con ello en la estabilidad de su proyecto dentro de unos años. Dos gigantes aéreos con una inversión tan relevante en ella no pueden permitirse perderla, o al menos el desguace de sus activos, evitando una impredecible quiebra. El conjunto de lo que conforma la aerolínea, por lo tanto, son los ganadores, incluyendo plantilla y proveedores.
Pero los Hidalgo apenas han ganado con esta operación de Turkish, puesto que hoy tienen un 80% valorándose su capital en unos 500 millones, a tenor de los otros 500 de deuda, y en unos meses tendrán algo más del 50%, tasándose entonces su accionariado en algo más de mil millones. Han saneado su aerolínea, pero están al filo de la navaja de perder su mayoría, ante cualquier otra eventualidad.
Según se mire, han ganado por haber sobrevivido a todo lo que han pasado estos años, y viendo cómo han acabado alguno de sus rivales. Pero mantener este exiguo control del capital del Air Europa les ha supuesto perder su emisor a cambio de nada, y tener que haberse desprendido de una parte muy notable de su patrimonio hotelero.