
Cuarto día de huelga en Air Canada, con todos los aviones parados, pero ahora ya con el ridículo para el Gobierno de Mark Carney y para los tribunales, que este lunes dieron hasta el mediodía para que los sindicatos volvieran al trabajo (Desacato al gobierno: la huelga en Air Canada sigue).
La única novedad es que las dos partes se volvieron a sentar a negociar, mientras los vuelos siguen cancelados, con ya medio millón de clientes afectados, en algunos casos con verdaderas situaciones de tragedia. Air Canada no indemniza a nadie por los efectos de los paros.
El desacato al Gobierno y a los tribunales está siendo muy chocante: una cosa es una huelga y otra cuando esta manifiestamente desafía las instituciones y las órdenes explícitas. El líder de los sindicalistas dijo el lunes que “si esto pasa por ir a la cárcel, pues iremos”.
Los empleados son tajantes y están con el sindicato en que quieren cobrar por todo el trabajo que hacen. Hoy en Air Canada sólo se cobra mientras el avión se mueve: cuando los pasajeros suben o cuando bajan, o mientras el tripulante espera para cambiar de aeronave, no hay retribución.
La compañía ofrece un aumento del 38 por ciento, pero los sindicatos dicen que ese incremento en realidad es del 17 por ciento en cuatro años.