
Ustedes deben conocer que no hay avión que se mueva en Europa al que las grandes del sector no le echen el ojo para crecer. Todas les interesan, con la condición de que vuelen largo radio. El dinero no es el problema, con tal de crecer (Air Europa entrelazada al mundo musulmán).
Ahí está SAS, que cayó en manos de Air France y no es que la escandinava sea modelo de nada; y ahí está ITA, un ñarro que no pasa de ser una promesa, en manos de Lufthansa; o TAP, para quien hay cola porque pese a todo tiene buena pinta.
Air Europa, en este sentido, es la candidata ideal. Tan ideal como que la misma IAG ya puso dinero, aunque al final le salió mal por las cuestiones de competencia. Pero para Lufthansa, entrar en Sudamérica en serio sería fantástico; o para Air France crecer en un mercado en el que ya tiene una presencia considerable, sería increíble.
Pero las tres se han marchado. Tuvieron un contacto con los Hidalgo y dijeron que ni hablar. Que se marchan. Air France ya lo había hecho y este lunes Lufthansa admitió que no hay nada que hacer (Air Europa: Lufthansa se retira pero Etihad persiste).
Air Europa sigue siendo candidata para Etihad y Turkish Airlines, aerolíneas que no son de nuestro ámbito ni cercanía. Y que nunca podrán quedarse con la compañía, de forma legal, porque no son europeas. Además, es bastante extraño el modelo de operación que surgiría.
La cuestión, sin embargo, es ¿qué ocurre con Air Europa para que quienes están buscando comprar la primera Air Europa que se cruce en el camino salgan corriendo? Estas grandes estarían dispuestas a tener presencia minoritaria, a dejar un papel digno a los Hidalgo, a negociar detalles de representación como se ha visto que van a hacer en Portugal. Pero nada, se han marchado de un portazo incluso proclamando que no hay posibilidades.
¿Alguien duda de que el único futuro serio de una aerolínea española de largo radio sería incardinada en uno de los grupos líderes?
A uno se le ocurre mirar a la otra parte para intentar entender algo y ve a los Hidalgo. El padre, en el ocaso de su vida, y los hijos…. Puff. Creo que se puede explicar. Pero no deja de ser decepcionante para este país que una gran compañía –en términos de tamaño—termine siendo un fiasco en gestión.