
Ryanair lanza una amenaza a España advirtiendo de que reducirá “drásticamente” el número de rutas y asientos hacia aeropuertos regionales si no se revoca el incremento del 6,62% en las tarifas aeroportuarias aprobado por Aena para 2025. La aerolínea critica que esta subida es la mayor en más de una década y asegura que muchas rutas podrían dejar de ser comercialmente viables por esta decisión (Ryanair avisa a Aena: “Los recortes en España son inevitables”).
Concretamente, acusa a Aena de aprovechar su posición dominante para aumentar tarifas a pesar de registrar cifras récord tanto en beneficios como en número de pasajeros. Al mismo tiempo, alerta de que este encarecimiento penaliza especialmente a los aeropuertos regionales, donde el tráfico ya está por debajo del 30% de su capacidad, y limita la conectividad en zonas que dependen del turismo y de la inversión extranjera (Recado de O’Leary a Aena: “Asignaremos aviones donde bajen los impuestos”).
“Aena solo está interesada en extraer beneficios monopólicos de sus aeropuertos más grandes a costa de las regiones españolas y sus economías locales, que siguen estando crónicamente desatendidas. Sigue haciendo que los aeropuertos regionales sean totalmente poco competitivos”, critica el CEO de la compañía, Eddie Wilson.
Es por ello que urge a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y al Gobierno central a rechazar el alza antes de que se cierre la planificación del calendario de invierno 2025/26. Asimismo, insta a extender la congelación de tarifas para “proteger la conectividad y la competitividad española”
“En ausencia de estas medidas, Ryanair se verá obligada a reevaluar su calendario para el invierno 2025/26 en la España regional, lo que inevitablemente llevará a reducciones de capacidad con la consiguiente pérdida de pasajeros, inversión turística y empleos”, avisa Wilson.
Este movimiento se sumaría al que ya aplicó a principios de año, cuando recortó 800.000 asientos. Mientras tanto, subraya que otras regiones europeas, como Italia, Croacia, Suecia o Polonia, están adoptando políticas contrarias al reducir costes de acceso aeroportuario para fomentar el tráfico aéreo y dinamizar sus economías locales.