
Aeroflot, la mayor aerolínea rusa, ha continuado retrasando y cancelando vuelos como consecuencia de los daños a sus sistemas informáticos causados por un grupo de hackers de fidelidad a Ucrania. Mientras, los atacantes se mofaron del ataque y dijeron que han sido más efectivos que los drones que se emplean cada día en el frente de batalla (Un ciberataque de Ucrania bloquea a Aeroflot).
Sólo desde uno de los aeropuertos de Moscú, el de Sheremetyevo, Aeroflot canceló el lunes 22 vuelos de salida y 31 de entrada, incluyendo a Rossiya Airlines, su filial.
Los agresores, que aseguraron haber actuado en coordinación con otra banda bielorrusa, manifestaron que llevaban casi un año dentro de los sistemas de la aerolínea hasta que decidieron actuar en un momento que consideraron adecuado. Ninguno de estos extremos se ha podido confirmar por el obvio silencio ruso.
Los hackers afirman que destruyeron totalmente 7.000 servidores, que son los ordenadores en los que se almacena el material con el que opera la aerolínea; añadiendo que habían robado 20 terabytes de información. Entre la información que hicieron pública, como confirmación de su versión, está que la contraseña de Sergey Alexandrovsky, el CEO de la compañía, no se cambiaba desde 2022, así como que Aeroflot trabaja con Windows XP, un sistema hoy ya obsoleto.
No obstante, la aerolínea asegura haber conseguido normalizar la mayor parte de las operaciones.