
Las aerolíneas españolas podrían encontrarse serias dificultades para cumplir la programación prevista en las próximas semanas, en las cuales se produce el mayor volumen de movimientos aéreos del año (Iberojet: atropellado inicio de verano por tres averías).
Según explican directivos del sector a Preferente, un cúmulo de factores hace que lleguen a la temporada estival justas de flota, en la mayoría de casos debido a los incumplimientos de los fabricantes, principalmente Boeing y Airbus, cuyo ritmo de producción está a años luz del que se necesitaría para corregir el déficit de aviones que existe.
Pero la cosa no queda ahí. Las aerolíneas llevan tiempo enfrentándose a un aumento de los plazos para la recuperación de aquellos aviones que sufren averías o bien tienen que cambiar componentes. El motivo es la escasez de repuestos, lo que ha llevado a determinadas líneas aéreas a canibalizar alguna de sus aeronaves para cubrir las necesidades de otras.
Otro problema añadido es que resulta casi imposible encontrar aviones en régimen de alquiler con tripulación (ACMI) debido a que las empresas que se dedican a este negocio están igualmente afectadas por la escasez de flota y, además, están desbordadas por el aumento de solicitudes de contratación de sus servicios.
La combinación de todos estos factores provoca situaciones como la vivida recientemente por Iberojet, que tras perder temporalmente varios de sus aviones de largo radio por averías de diversa índole, se vio obligada a cancelar algunas de sus rutas al no encontrar aeronaves de reemplazo.
El contratiempo de la aerolínea de Ávoris no es un caso aislado. El resto de líneas aéreas, incluidas Iberia y Air Europa, se encuentran en la misma tesitura, habiendo llamado ya a todas las puertas posibles para salvar sus respectivas operativas (Iberia recurre a Privilege para salvar el largo radio).