
Al proyecto de aerolínea de James Asquith, Global Airlines, sólo le falta el epitafio que certifique la defunción. Tras los cuatro vuelos fracasados entre aeropuertos británicos y Nueva York, era evidente que el futuro iba a ser muy negro. Pero ahora, la entrega del único avión disponible a la base de Tarbes, para que ‘duerma’ indefinidamente, parece confirmar un cierre no anunciado públicamente. Tarbes en el sur de Francia, junto con Teruel, en España, en la práctica son cementerios de aviones (Global insiste con el A380: “Vamos a ser una aerolínea regular más”).
La compañía se hizo con su primer y único avión, un Airbus A380, en mayo de 2023, el cual en dos años apenas hizo cuatro vuelos comerciales, una ida y vuelta desde Glasgow a Nueva York y otra desde Manchester, en ambos casos casi sin pasajeros y con un pésimo servicio a bordo, ofrecido por la portuguesa HI Fly.
Tras el vuelo Nueva York Manchester, el pasado 25 de mayo, al día siguiente el avión voló a Dresden en Alemania. Este pasado miércoles partió desde Dresden a Tarbes, cerca del Pirineo según publica SimpleFlying (Global: el fracaso del viaje promocional del A380).
Asquith había sido muy activo en redes sociales y sus opiniones y comentarios sobre aviación bastante apreciados en el sector. Sin embargo, desde que se hizo empresario, el proyecto de Global ha perdido el norte. Hay dos grandes fallos: nadie entiende el modelo de aerolínea y tampoco tiene los aviones para operar. Asquith dijo que quería una compañía de calidad, como en los viejos tiempos, pero su estreno fue bastante caótico. Ni siquiera había conseguido limpiar y arreglar el avión con un poco de profundidad.
Su puesta de largo fue ampliamente criticada por lo que es difícil que consiga hacerse con un segundo avión, con el cual tampoco tendría suficiente para ofrecer un servicio aéreo aceptable.