El accidente del avión B787 de Air India en Ahmedabad, uno de los más graves de los últimos años, ha reabierto el debate sobre la filmación de la actividad de los pilotos en el interior de las cabinas de los aviones, asunto hoy técnicamente muy fácil pero que no se lleva a cabo.
En este caso en particular, se dispone del sonido en el que se oye a uno de los dos pilotos preguntar a su compañero por qué ha cortado el combustible de los motores, a lo que la respuesta es negativa. Pero no hay manera de comprobar si eso, que parece probable, efectivamente había o no ocurrido, porque los investigadores de los accidentes no disponen de imágenes.
A raíz de este accidente, la IATA, que es una organización muy poderosa en este ámbito, dijo en palabras de su director, Willie Walsh, que hay motivos muy serios para disponer de estas grabaciones, de la misma forma en que hay de voz.
En muchos casos, las imágenes de la cabina no pueden aportar información valiosa porque normalmente nos encontraríamos con los pilotos luchando por encontrar una solución a un problema inesperado. Sin embargo, las filmaciones podrían aportar mucho en un caso como este, en el que hay dudas sobre cómo se alteraron los mandos del combustible. Hay otros casos en los que los vídeos habrían sido vitales.
Igualmente, muchos aviones hoy filman toda la operación desde varios ángulos, de forma que los propios pasajeros pueden ver en los despegues y aterrizajes imágenes inesperadas. Pero eso no se graba para las investigaciones posteriores dado que las ‘cajas negras’ no lo recogen.
Existe un punto cuestionable que es la pérdida de privacidad por parte de los pilotos, por lo que el debate se circunscribe a escoger entre esta y la seguridad. Muchos pilotos se han posicionado en contra de estas imágenes. Los de Estados Unidos dicen que hoy ya se dispone de información suficiente para aclarar los accidentes, sin necesidad de cámaras. Está siempre la preocupación de un uso de esas imágenes diferentes a la seguridad. Y tampoco nadie quiere que un colega o un familiar salga en Internet en el momento de morir.
