
Un grave incidente aéreo ocurrió el pasado 6 de julio sobre el sur de Rusia, cuando un Airbus A350 de Air China y un Boeing 767 de SF Airlines se aproximaron peligrosamente en pleno vuelo. Según revela On The Wings, redujeron su separación vertical a apenas 90-120 metros, cuando el mínimo reglamentario es de 300 metros.
Las autoridades ya han iniciado una investigación para esclarecer las causas. El A350 cubría el vuelo CA967 entre Shanghái y Milán. Por su parte, el B767-300 convertido en carguero, volaba desde Budapest con destino a Ezhou Huahu, en China. Ambos se encontraban al mismo nivel de vuelo por una cadena de factores aún bajo análisis.
Según los registros, a las 21:39 GMT el Airbus inició un ascenso desde 34.100 pies hasta los 36.000 pies, coincidiendo con la altitud de 35.000 pies del Boeing. La maniobra generó una situación crítica que obligó a la intervención del sistema anticolisión TCAS, activado automáticamente en ambos aviones para evitar el impacto.
Los primeros indicios apuntan a un malentendido en la comunicación por radio. El controlador aéreo ruso había emitido instrucciones dirigidas a otros vuelos, pero el piloto del A350 las habría interpretado como dirigidas a su aeronave. En las grabaciones, el controlador cuestiona el ascenso y el piloto responde con un confuso “no, gracias”. Además, se identificaron conversaciones en chino mandarín entre los pilotos de ambos aviones, lo que podría haber contribuido a la confusión en una frecuencia ya saturada.
Autoridades aeronáuticas de Rusia y China califican lo ocurrido como un “incidente serio”, al haberse perdido la separación mínima establecida entre aeronaves. No se reportaron daños ni heridos, pero el caso ha encendido las alertas sobre la gestión del tráfico aéreo y la comunicación en vuelos internacionales.