
El spa geothermal de Blue Lagoon, al suroeste de Reikiavik, en Islandia, sufrió a las cuatro de la madrugada de ayer un seísmo acompañado de una erupción volcánica que provocó la salida despavorida de los turistas y los residentes en la zona.
Meses antes, Grindavik, la villa vecina, había prácticamente desaparecido. “Los viajeros deben comprobar la calidad del aire en la zona porque debido a la erupción puede haber contaminación con los gases volcánicos”.
Lava del volcán estaba fluyendo ayer desde una fisura en el suelo, según la oficina de meteorología, que es la que controla estos fenómenos en Islandia.
Tras 800 años de calma, desde noviembre de 2023, la región está siendo víctima de terremotos y erupciones. Afortunadamente, pese a la gran cercanía del primer aeropuerto del país, los vuelos no se ven afectados. El conjunto de Islandia sigue siendo perfectamente visitable, dijo el gobierno.
La Blue Lagoon es una gran laguna de agua caliente extremadamente popular entre los turistas, abierta todo el año, incluso en los meses de más frío.