
Iberia ha puesto en marcha un plan estratégico que contempla aumentar su beneficio operativo hasta los 1.400 millones de euros en los próximos años. Esta cifra supone un crecimiento del 40% respecto al resultado de 2023 y está ligada a una inversión prevista de 6.000 millones de euros, que se destinarán principalmente a reforzar su red de largo radio y a consolidar su papel en las conexiones entre Europa y Latinoamérica (Así es el plan de Iberia para hacer de Barajas “un hub líder en Europa”).
La aerolínea planea elevar su flota de largo radio de 45 a 70 aeronaves hasta el 2030, todas ellas Airbus. Junto a ello, prevé una renovación integral de las cabinas en los modelos más antiguos y mejoras en tecnología e infraestructuras. La mayor parte del gasto se concentrará entre 2025 y 2027, con una media anual de 750 millones, aunque en 2027 se alcanzarán los 1.000 millones (Iberia busca pilotos para hacer frente al aumento de flota).
Según apunta Expansión, el plan también refuerza el papel de Madrid como centro clave de operaciones, con más frecuencias hacia América Latina y la consolidación de modelos como el A321XLR para conectar con destinos de menor tamaño en esa región. Igualmente, se apoyará en acuerdos con otras aerolíneas para ampliar el alcance hacia otras zonas como África y Asia, sin que ello implique por ahora una expansión inmediata hacia esos mercados.
Así, seguirá ganando peso en el holding de aerolíneas. En 2024 su beneficio operativo ya representó el 23% del total del grupo, frente al 15% en 2019 y el 4% de 2014. Con este avance, la compañía se acerca a los objetivos marcados para el conjunto de las aerolíneas españolas del lobby, aunque con un horizonte temporal algo más amplio.
Además del negocio de transporte, Iberia prevé potenciar sus divisiones de mantenimiento y asistencia en tierra, con el objetivo de captar más clientes externos al grupo y convertir estas áreas en fuentes de ingresos autónomas. La compañía no descarta revisar al alza su previsión de inversión, en función de cómo evolucionen las condiciones del mercado.
Con todo ello, el tráfico con Latinoamérica seguirá siendo uno de los pilares del crecimiento. Las rutas desde Madrid han aumentado un 50% respecto a 2019. y el volumen de pasajeros en clase business ha crecido con fuerza: un 51 % más en el aeropuerto de Barajas frente al 9% en el resto de aeropuertos europeos. Este impulso ha elevado el peso de los viajeros prémium sobre el total.