
Sharon Lane, de 77 años de edad, ha decidido cambiar su tranquila vida de California por los mares abiertos en un crucero. El Villa Vie Odyssey no es un crucero normal sino que se denomina residencial porque está pensado para quienes quieren vivir normalmente en el barco.
Pero navega. Visita todos los destinos turísticos costeros importantes, desde los fiordos noruegos a Bora Bora. Se supone que Barcelona también está entre estos destinos.
El barco se vende por un máximo de 15 años, porque la naviera piensa que por entonces habrá que retirarlo. Cada cabina vale 130 mil dólares más dos mil dólares mensuales por persona, tres mil si tiene cabina individual.
Por lo demás es como una residencia, incluyendo médico y servicio permanente en las habitaciones. Lo mismo que ofrece un crucero pero por unos días. Pareciendo caro, es más barato que algunas ciudades, desde luego que las caras.
El barco inició andadura en septiembre pasado y piensa visitar 425 puertos en 147 países. O sea, todo el día en el mar, en un crucero permanente.