
A la espera de algún detalle que el informe de los expertos pueda aportar, el mundo de la aviación está conmocionado por la causa del accidente del Boeing 787 de Air India en Ahmedabad. El cierre de los pases de combustible a los motores no se produjo por un mal funcionamiento del avión, lo que únicamente deja la posibilidad de que fuera un acto protagonizado por los pilotos (El control de combustible de los motores, causa del accidente de la India).
La idea del accidente involuntario, remota, también deja paso al acto deliberado. Nadie se explica que eso pueda haber pasado por accidente, especialmente sin un fallo técnico que actualmente se descarta.
Los pases de combustible, dicen los expertos, únicamente se manipulan al principio y al final de un vuelo o en el rarísimo caso de que un motor se tenga que reencender durante el mismo. Cortar el combustible supone que el motor se apaga y acto seguido deja de funcionar. Tampoco es sencillo pensar que los dos pilotos estaban de acuerdo en esa maniobra o que uno de ellos pudo no ver qué hacía su compañero.
El informe dispondrá de la voz de los pilotos en cabina, con lo que es más probable una interpretación de su reacción ante lo que estaba ocurriendo y será más fácil identificar la causa, si es que ello es posible.
Ayer, conocida la causa del siniestro, tanto el fabricante del avión como el de los motores siguieron sin dar instrucciones a las aerolíneas, lo que definitivamente para confirmar que no ha habido un fallo técnico.