
El organismo público indio encargado de investigar las causas de los siniestros aéreos acaba de entregar al ministro de Aviación Civil el informe preliminar sobre el siniestro del Boeing 787 de Air India, ocurrido el pasado 12 de junio en Ahmedabad y que causó la muerte de más de 260 personas entre ocupantes del avión y víctimas en tierra (Se estrella un avión de Air India que iba a Londres con 242 pasajeros).
Extrañamente para estos casos, no ha trascendido ni una línea ni del contenido de las cajas negras ni de las opiniones de los investigadores, de forma que está vez el informe sí supondrá una novedad. Las autoridades habían admitido hace unas semanas que el contenido de las dos cajas negras había sido descifrado y estaba en perfectas condiciones. El 25 de junio se accedió a la última información de esas cajas.
El equipo de expertos está integrado por los miembros de la Aircraft Accedent Investigation Bureau (AAIB), más representantes de la Fuerza Aérea, de la empresa Hindustan Aeronautics, del National Transportation Safety Board de Estados Unidos, de Boeing, de General Electric como fabricante de los motores, y del control aéreo, además de algunos observadores.
La legislación internacional dice que el informe preliminar se debe conocer a los treinta días del siniestro y que en doce meses debe estar el definitivo.
De las causas, sólo se sabe qué está descartado: pájaros en los motores, olvido de los flaps y acción voluntaria de los pilotos. Todo apunta a un súbito parón de los motores, cuyas causas son el eje de la investigación.