
Jorge Marichal, presidente de CEHAT (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos), considera que el registro único de alquiler turístico que ha entrado este martes en vigor con sólo el 50% inscrito, según ha publicado HOSTELTUR noticias de turismo, “llega tarde, porque se les debería haber exigido antes una licencia de actividad como a los hoteleros. Ahora la escasez de medios en los registros de la propiedad ante el aluvión de solicitudes parece que está dificultando los trámites”. Y va más allá asegurando estar “avergonzado” por la postura de cuatro comunidades en contra del registro único aludiendo a sus competencias: “Que firmen un convenio con la Administración central para compartir esos registros y mejorar así la situación de cara a los clientes, a los que tenemos que cuidar mejor. Porque aquí entra la picaresca española, que perjudica la imagen de nuestro país por una situación alegal en el mejor de los casos”.
Con este registro único se pretende, como ha recalcado Jorge Marichal, “controlar quién se está dedicando a esta actividad, la calidad, la oferta existente; y esperemos que así también cumplan con los convenios colectivos, paguen sus impuestos, etc.; además de representar una regulación clara para los inversores en este tipo de producto”.

Jorge Marichal ha sido muy duro con las comunidades autónomas que se han opuesto al registro único del alquiler turístico aludiendo a que forma parte de sus competencias. Fuente: Hosteltur.
Y es que, según ha explicado Ramón Estalella, secretario general de CEHAT, “esto viene de Europa, porque es absolutamente necesario sacar de la ilegalidad esta oferta tan gigantesca. Lo que pasa es que los ilegales no quieren ser legales, para lo que tienen que cumplir con tres requisitos:
- Tiene que firmar el propietario, que muchas veces nadie quiere firmar la solicitud y no se sabe ni quién es el dueño.
- Disponer de una licencia turística otorgada por tu comunidad autónoma, con lo que también está habiendo problemas de gestión porque hay determinados CNAE que están excluidos.
- En edificios mixtos, el propietario necesita el visto bueno de la comunidad de vecinos, que muchas no están de acuerdo y no lo están consiguiendo. Si no lo consigues eres ilegal, no puedes operar”.
Marichal ha afirmado categóricamente que “lo que tiene que desaparecer son las ofertas de alojamiento en caravanas, barcos, azoteas o balcones de viviendas, porque ésta es una industria turística profesional. Cada Ayuntamiento tiene que decidir dónde y quiere esa oferta, pero controlando a todos, que con la excusa de ser colaborativos no puedan campar a sus anchas porque están provocando un problema social en nuestro país, no sólo ya turístico”.
Protestas en las calles con culpable erróneo
Porque, como ha subrayado, “la gente sale a la calle a protestar por cuatro o cinco cosas nada más, y una de ellas es el problema de la vivienda. Pero no tiene que ver con el turismo, sino con que en la última década se haya duplicado la capacidad alojativa del país sin ningún control; una falta de ordenamiento que han aprovechado fondos de inversión habilitando miles y miles de viviendas turísticas que han dejado a los españoles sin casa o han multiplicado por dos o por tres los alquileres”.
Por eso, según ha añadido, “explicándoselo a los manifestantes con raciocinio y datos en la mano, les demuestras que la culpa no es del turista, sino de no haber invertido en vivienda e infraestructuras a medida que la población ha ido creciendo, hasta un 40% más en algunos destinos. El turismo se puede ordenar a través del urbanismo, regulación y exigencia de excelencia como al sector hotelero”.

De izq. a dcha, Ramón Estalella y Jorge Marichal, de CEHAT; y José Manuel Fernández Terán y José Antonio Domínguez, de PwC. Fuente: Hosteltur.
La gente así, como ha aclarado el presidente de la patronal, “va entendiendo el problema y pidiendo soluciones a quien tiene que darlas, la Administración pública, poniendo más viviendas de alquiler a disposición de la población. Lo que ocurre es que no hay suelo disponible ni seguridad jurídica; no hay obra nueva porque las licencias tardan dos años en otorgarlas”.
La culpa de esta situación, ha señalado Marichal, “es la inoperación de las Administraciones públicas, que miraron para otro lado cuando les avisamos. La gente, si no se le informa, se equivoca de culpable, pero al turismo tenemos que cuidarlo porque genera empleo y riqueza; hay que cuidarlo ordenándolo y exigiendo garantías de que se busca la excelencia”.