
La sostenibilidad se ha consolidado como un pilar estratégico en la industria hotelera, impulsada por una clientela cada vez más consciente y por regulaciones más estrictas. Según un estudio de Deloitte, el 58 % de los hoteles europeos ya exige a sus proveedores pruebas claras de prácticas responsables.
En este nuevo escenario, el greenwashing, es decir, exagerar o inventar compromisos medioambientales sin respaldo real, ha pasado de ser un concepto marginal a representar uno de los principales retos para las empresas. La Unión Europea, junto a otras regiones, está reforzando su legislación para combatir esta práctica, promoviendo un enfoque de sostenibilidad que no solo atienda a la reputación, sino también al cumplimiento normativo y a la ética empresarial.
Frente a este desafío, compañías del sector textil hotelero como Resuinsa insisten en la necesidad de actuar con total transparencia. “El reto no está en comunicar sostenibilidad, sino en demostrarla con datos, procesos trazables y certificaciones independientes”, afirma Félix Martí, director general de la empresa.

Para evitar el greenwashing, es fundamental que las acciones sostenibles estén respaldadas por auditorías externas y certificaciones reconocidas. Además, deben desarrollarse proyectos con resultados cuantificables y asegurar la trazabilidad a lo largo de toda la cadena de valor. Participar en iniciativas internacionales y en foros vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) también refuerza el compromiso corporativo y genera confianza en el mercado.
Más allá del uso de materias primas certificadas y de aplicar criterios de economía circular, Resuinsa apuesta por una sostenibilidad real y medible, alineada con las nuevas normativas. “No se trata solo de lanzar productos, sino de transformar procesos, evaluar impactos y garantizar que cada paso responde a los principios que la empresa comunica”, añade Martí.
El avance es constante. Los datos apuntan a una tendencia ascendente que obliga al sector a profesionalizar aún más su enfoque medioambiental, apostando por la transparencia y el compromiso auténtico como elementos clave de competitividad.
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