
El ministro indio de la aviación civil, Murlidhar Mohol, sorprendió a todos este domingo al afirmar que se está estudiando un posible sabotaje del Boeing 787 estrellado al partir de la ciudad de Ahmedabad para Londres, causando la muerte a 241 pasajeros a bordo y una cifra que sigue variando de personas en tierra, unas veinte en el último recuento (Se estrella un avión de Air India que iba a Londres con 242 pasajeros).
La sugerencia ha provocado sorpresa en el mundo de la aviación porque ni es algo que tenga precedentes ni tampoco es fácil para un agente externo causar el siniestro de un avión como este.
Los responsables de la investigación ya han accedido al contenido de las dos cajas negras, de forma que disponen de más información de la que tienen los expertos ajenos a la comisión. El ministro también dijo que se están estudiando todos los vídeos de instalaciones del aeropuerto, en el que el avión hizo una escala normal, de algo más de dos horas.
Los datos que se han sabido apuntan a que los dos motores perdieron poder de forma súbita y simultánea, lo cual es muy difícil de explicar incluso ante la hipótesis de que el combustible estuviera contaminado. El piloto fue consciente de la situación muy pronto, apenas despegó. El impacto con un pájaro ha sido descartado.
La autoridad India ha aceptado la presencia de un miembro de la OACI como observador y se compromete a entregar un informe preliminar en tres meses, dos meses después de lo que es habitual en estos casos en otros países.