
Booking ha salido al paso de las demandas judiciales, cada vez más masivas, en las que es acusada de mantener los precios de los hoteles artificialmente altos por más de diez años. Rechaza la descripción de su conducta que hace la asociación holandesa de consumidores (Consumentenbond) y la Fundación de Quejas de Competencia en una demanda planteada en los juzgados (Booking: los hoteles canarios se unen a la demanda colectiva).
La acusación dice que Booking hizo acuerdos engañosos para prevenir que los hoteles ofrecieran precios más bajos en portales diferentes al suyo, lo cual habría costado cientos de millones de euros a los consumidores holandeses.
La acción judicial de los consumidores holandeses se suma a las numerosas demandas de asociaciones de hoteleros.
Los consumidores aportan pruebas de precios pedidos por Booking, así como de niveles de ocupación falsos que incitaban al cliente a reservar urgentemente.
Si las demandas prosperaran, Booking podría encontrarse en una crisis muy seria porque las indemnizaciones que se podrían derivar de estas prácticas, en el caso de que los jueces contemplasen la descripción que se hace de la conducta de la plataforma, serían multimillonarias.