
El reciente derrumbe parcial de un techo de cristal en el aeropuerto de Palma ha intensificado las críticas de los turoperadores europeos, que denuncian que está dando una “imagen lamentable” en plena temporada alta. A pocos días de julio y con las obras de ampliación en marcha, la situación ha sido calificada de “desastre” por representantes del sector, que advierten sobre las consecuencias para la reputación de Mallorca (Caos completo en el aeropuerto de Palma por saturación y lluvias).
Según apunta Diario de Mallorca, desde hace meses, trabajadores y sindicatos vienen denunciando problemas de seguridad derivados de las obras, señalando directamente a Aena como responsable de los incidentes que se están produciendo. “Pronto habrá una desgracia, un fallecido sería lamentable”, alertan algunas fuentes, manifestando una gran preocupación, ya que muchos medios británicos y alemanes se han hecho eco de los sucesos (Controladores: si aparcan lejos, riesgo para la seguridad).
Aena asegura que la zona afectada “se encuentra completamente segura” tras haber sido cubierta con plástico y acotada. Sin embargo, los problemas persisten en otros ámbitos como las colas en el control de fronteras, los desvíos dentro del aeropuerto y los retrasos en la entrega de equipajes. Empleados señalan que algunos turistas llegan a perderse dentro del aeropuerto, y critican la gestión de las obras. “Han tenido demasiada ambición y es un desastre”.
El caos se agrava con las dificultades para acceder a los autobuses desde los módulos de llegada, lo que genera demoras que alteran el servicio de traslados. “Antes los buses esperaban a los clientes, ahora son los clientes los que esperan a los buses”, indican desde un turoperador británico. Igualmente, los alemanes explican que los turistas tardan más de una hora en salir del aeropuerto con sus maletas.
Y, por si fuera poco, a esta situación se podría sumar una disputa de los trabajadores. CCOO ha anunciado que llevará ante Inspección de Trabajo el hecho de que el personal de pista está trabajando bajo temperaturas extremas sin que se activen los protocolos correspondientes. El sindicato acusa a Aena de modificar unilateralmente el umbral térmico para activar las alertas, elevándolo de 35º a 39º respecto al año anterior, lo que ha impedido aplicar medidas de prevención adecuadas durante una jornada de intenso calor.
En este sentido, advierte que los trabajadores de rampa y pista han desarrollado su actividad sin descansos pautados ni turnos adecuados, lo que supone un riesgo para su salud. Por ello, reclaman que se tomen medidas inmediatas y que el cambio de criterio por parte de Aena se revise.