
Un buen experto en marketing no tiene problemas en argumentar lo que haga falta. Por eso, tal vez, Airbnb, el gran causante de la crisis habitacional que se vive en España y otros países de Europa, considera que es su momento para acusar a los hoteles de ser los que han generado la situación turística actual en la que muchos ciudadanos piensan que hay saturación (Las capitales europeas que han declarado la guerra al modelo Airbnb).
Airbnb afirma, a partir de estadísticas europeas, que aproximadamente el ochenta por ciento de las estancias se producen en hoteles, por lo que exige a las autoridades de las principales ciudades europeas que pongan un límite a lo que los hoteles están haciendo.
O sea que Airbnb no se da por aludida por lo que ha supuesto en cuanto a oferta de alojamientos, sino que se pone del otro lado, encuentra culpables y pide que se actúe en su contra.
Como se sabe, la mayor parte de las ciudades y países europeos han hecho algún tipo de actuación contra Airbnb y lo que su modelo representa. Francia es quien ha ido más lejos permitiendo que los ayuntamientos decidan por cuánto tiempo un propietario puede alquilar un piso en estas plataformas. Las autoridades francesas han dicho que tras casi un año de tener implementadas esas medidas que impiden a un propietario alquilar más de unas pocas semanas al año, en muchas ciudades empieza a aliviar la crisis de la vivienda.