
La naviera malagueña Alma Cruceros ha anunciado este miércoles el “cese definitivo” de su actividad apenas mes y medio después de su viaje inaugural. La compañía atribuye el cierre a la “rescisión unilateral e injustificada del contrato de fletamento por parte de la propiedad del buque”, una sociedad con sede en Madeira (El fiasco de la nueva compañía malagueña de cruceros de lujo).
Según informa Cadena Ser, la decisión del propietario del buque ha interrumpido de forma irreversible la continuidad del proyecto. “De forma sorpresiva, los propietarios del barco han retirado la nave con destino a aguas gibraltareñas, llevándose a bordo todos los bienes y equipamientos pertenecientes a Alma Cruceros”, señala.
Como publicó Preferente, el Ocean Victory, su único barco, fue embargado días antes por las deudas acumuladas con el consignatario del buque, Lantimar Group. El buque, que permanecía inmovilizado en el puerto de Málaga desde el 9 de mayo, zarpó rumbo a Gibraltar tras no ser atendida la fianza impuesta por un juez.
Antes del embargo, la naviera ya había suspendido temporalmente su operativa al no poder garantizar “los niveles de calidad y servicio comprometidos”, debido a lo que califican como “incumplimiento del proveedor hotelero y de cáterin”. Esto, según la compañía, hizo inviable ofrecer la experiencia prevista a sus pasajeros desde su primera salida, el 18 de abril, desde Las Palmas de Gran Canaria.
Alma Cruceros ha habilitado un correo electrónico (reservas@almacruceros.com) como único canal para gestionar reclamaciones de clientes y proveedores, y ha informado que trabaja con su equipo legal y las aseguradoras para “dar respuesta ordenada a todos los afectados”. Se reserva el derecho de emprender acciones legales para “resarcirse de los perjuicios ocasionados por decisiones ajenas” y ha pedido “comprensión y respeto”.