
La segunda ronda de liberalización ferroviaria en España, prevista para septiembre, llega marcada por una falta estructural de trenes que pone en duda la viabilidad real de la competencia. El anuncio del secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, sobre la futura licitación de trayectos desde Madrid hacia Galicia, Asturias, Huelva y Cádiz ha sido calificado por los operadores interesados como una “patada hacia delante” (Ouigo e Iryo amenazan a Renfe en nuevos corredores).
Según apunta Expansión, a día de hoy, ningún nuevo competidor dispone de trenes operativos ni cuenta con pedidos que estén listos antes de 2030. Solo los modelos Avril de Talgo, vendidos exclusivamente a Renfe, están homologados para circular por los corredores de ancho mixto. “El Gobierno sabe que es imposible competir en esos corredores porque no existe material rodante disponible para hacerlo, por lo menos en los cinco próximos años”, explican fuentes del sector.
Los aspirantes a operar, Iryo, Ouigo, Alsa (con Eco Rail) y Arriva, entre otros, han explorado alternativas para superar este obstáculo, pero las opciones son limitadas y costosas. Talgo ha ofrecido precios de hasta 45 millones de euros por unidad y plazos de entrega que superan el lustro, lo que ha sido rechazado por las empresas interesadas.
Algunos operadores han trasladado su interés al fabricante vasco CAF, que desarrolla trenes que alcanzan hasta 250 km/h. Aunque esta vía se estudia activamente, el producto aún no está plenamente desarrollado para el mercado de alta velocidad con rodadura desplazable, y también requeriría años de trabajo e inversión.
Otra alternativa que manejan las empresas es que el Gobierno cree una empresa de alquiler de trenes, pero, de momento, parece que no llegará a buen puerto. Renfe, como operador dominante, no cuenta con flota sobrante, y la propuesta ha generado escaso interés en el Ministerio de Transportes.
A ello se suma la preocupación sobre la sostenibilidad financiera del modelo. Desde el Ejecutivo se admite que los últimos tres años de liberalización han tensionado el sistema. “Se han llevado al límite las costuras financieras del sistema con billetes a precios insostenibles”, ha declarado el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, dejando entrever que solo uno de los nuevos operadores podría tener cabida real en el mercado a corto plazo.