
Hasta ahora, la guerra de los aranceles había supuesto que China rechazara los Boeing 737Max que había comprado en Estados Unidos. Como eso era causarse daño a sí mismo, porque China necesita esos aviones, ha permitido que se lleven a cabo las transacciones necesarias y que vuelvan a ser entregados. Recordemos que algunos fueron devueltos una vez ya estaban en el país (China levanta el veto a Boeing tras la tregua con Estados Unidos).
Pero hay una segunda noticia: ahora es Estados Unidos el que ha ordenado paralizar las exportaciones de los motores CFM Leap 1C, que son los que emplea el C919 chino. Actualmente sólo hay 18 C919 volando, pero las entregas se van a incrementar en breve, sólo si hay motores por supuesto.
China se ha atrevido a fabricar un avión, pero ha acudido al mercado mundial por las partes más delicadas, entre las cuales se encuentran los motores. La decisión americana es respuesta al anuncio chino de no exportar minerales raros a Estados Unidos. Esos minerales son fundamentales para la fabricación de baterías eléctricas.
Kelly Ortberg, el máximo ejecutivo de Boeing, por su parte, anunció que en junio se van a reiniciar las entregas de aviones ya vendidos a aerolíneas chinas, las cuales se paralizaron en el conflicto arancelario. Esto permitirá a la compañía aumentar el ritmo de venta de aviones, aliviando así su tesorería, necesitada de liquidez.