
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, abrió la puerta a la adopción de medidas contra el absentismo “de la mano” del proyecto de ley de la reducción de jornada, vinculando ambas cosas para allanar el camino hacia el recorte horario.
A su juicio, parte del problema del absentismo se debe al envejecimiento demográfico, pero también al “deficiente funcionamiento” de la sanidad española, en referencia, por ejemplo, a listas de espera “absolutamente insoportables”.
El absentismo laboral se ha convertido en un problema de creciente envergadura para el tejido empresarial tanto por su elevado impacto económico como por la pérdida de productividad que provoca.
El pasado 22 de mayo, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, denunció, durante su intervención en un foro de Expansión que, de media, cada día faltan a su puesto de trabajo 1,4 millones de trabajadores en España, de los que unos 325.000 lo hacen sin justificación, pero, sin embargo, “los sindicatos no quieren hablar de este problema”.
Ahora, por primera vez hasta los gobernantes neocomunistas admiten el problema que está afectando al turismo más que a ningún otro sector, especialmente en Canarias y también en Baleares.