
Para Francia, la noticia no es muy satisfactoria: la primera aerolínea de Argelia, Air Algérie, la estatal, acaba de anunciar que dejará de emplear tres idiomas en sus comunicaciones a los pasajeros y sólo seguirá usando el árabe y el inglés.
El francés, por razones históricas obvias, se empleaba en todas las comunicaciones internas de la compañía aérea. Ahora, desaparece. Incluso en los sistemas de reservas, en los billetes o en cualquier otra herramienta, el inglés y el árabe serán las herramientas a emplear.
El anuncio realizado en una cadena de televisión, y ante el que Francia no ha hecho comentarios, se explica según la aerolínea en la necesidad de alinear a Argelia con las prácticas de la industria de la aviación en los países árabes, donde sólo el inglés acompaña al idioma local.
Argelia ha hecho un esfuerzo por presentar la novedad como un asunto técnico, pero es inevitable en un país marcado por su historia como colonia francesa no entender que este era uno de los últimos reductos del idioma tradicional.
Las relaciones diplomáticas entre Argelia y Francia están siendo sometidas a mucha tensión desde el momento en que Argel avanza en un proceso lento pero constante de desvinculación con la antigua metrópolis con la que, sin embargo, sigue conservando muchos lazos y una fuerte presencia de emigración.