
Hoy, a las 16.28 hora de Irlanda, Michael O’Leary puede estar celebrando que ha conseguido 125 millones de euros como premio por su trabajo al frente de Ryanair. Hasta esa hora una caída del valor de las acciones de la compañía aérea por debajo de 21 euros supondría que no se habría cumplido el objetivo de 28 días consecutivos a ese precio como mínimo, exigido en su contrato para merecer el premio.
Toda la semana, el valor de Ryanair en bolsa ha estado en el entorno de los 23 euros, por lo que en principio hay muy pocas dudas sobre el desenlace de esta cuestión.
O’Leary no va a recibir 125 millones de euros en efectivo sino en forma de la opción de comprar 10 millones de acciones a 11,12 euros cada una. Para vender habrá de esperar unos años, pero también es verdad que lo que hoy se estima que se convertirían en 125 millones de euros, podría terminar siendo mucho más. O mucho menos, claro. 125 millones es el valor hoy de ese premio.
O’Leary era un integrante del departamento de contabilidad de la aerolínea, que en el final de los años ochenta no iba nada bien. Le ofrecieron hacerse cargo de aquella nave a la deriva e introdujo una serie de ideas simples y claras que han sido un éxito.
Si bien el bonus es alto, O’Leary gana mucho menos que sus colegas de otras aerolíneas. Por ejemplo, en 2021 cobró apenas 250 mil euros; en 2022, 980 mil, pero el máximo ejecutivo de American Airlines, en cambio, cobró 27 millones en 2023 y 13 millones el año pasado.