Visita sorpresa a China del príncipe Harry de Inglaterra para defender la importancia de los viajes ecológicamente equilibrados. Tras un desplazamiento largo y muy contaminante desde California, el hijo del Rey Carlos inauguró una conferencia sobre turismo sostenible en Shanghái.
En su intervención insistió en la importancia de cumplir los objetivos ambientales del turismo para 2030. Participó en su calidad de fundador de Travalyst, una organización de viajes sostenibles, cuyo lema es “cambiemos la forma en que viajamos”.
El objetivo de Travalyst es crear una herramienta online que muestre la contaminación que emite cada vuelo, de modo que todo el mundo pueda saber cuánto contamina. No obstante, más allá del dato concreto en kilos de CO2, todo el mundo sabe que la aviación contamina y, sin embargo, su uso se incrementa a una velocidad jamás vista antes.
La intención de Travalyst es que el viajero pueda escoger rutas y aviones que contamine menos. Hoy esto es bastante irrelevante porque, por un lado, todos los aviones son más o menos iguales, por otro no hay combustibles SAF suficientes y, sobre todo, el dato de contaminación es confuso porque nadie sabe si analizar el total de emisiones del avión o las emisiones por pasajero, que tienen un componente diferente.
