

El verano arranca con señales de contención en el mercado nacional. Según datos de la agencia de viajes Destinia, las reservas realizadas por viajeros españoles para destinos dentro del país han caído un 17% respecto al año pasado. En cambio, la demanda internacional hacia España ha crecido un 23%, equilibrando así el volumen global de reservas, que se sitúa solo un 2% por debajo de las cifras registradas en estas fechas en 2024.
El encarecimiento sostenido de los precios turísticos está detrás de este cambio de comportamiento. Aunque el precio medio por persona y noche apenas ha aumentado un 4% respecto al año pasado —de 65 a 67 euros—, los viajeros españoles pagan hoy de media 15 euros más por noche que antes de la pandemia. Esta diferencia está impactando directamente en la planificación de las vacaciones: muchos usuarios optan por reducir la duración del viaje o retrasar la reserva.
“El turista español sigue muy condicionado por el precio”, señala Ricardo Fernández, CEO de Destinia. “Los datos nos muestran que muchos viajeros están retrasando la decisión de reservar o acortando sus estancias para controlar el gasto, como ya vimos en el verano de 2023”.
Destinos nacionales: bajan las reservas donde más suben los precios
Entre los destinos más populares para el turismo nacional, la tendencia general es a la baja, especialmente en aquellos que han encarecido notablemente sus tarifas. Mojácar, por ejemplo, ha subido precios un 9% y ha registrado un 46% menos de reservas. Benidorm, con un aumento del 11% en precios, sufre una caída del 32% en la demanda. También Roquetas de Mar (-25%) y Salou (-12%) siguen esta dinámica. Solo Peñíscola rompe la tendencia, con un aumento del 41% en reservas pese a un encarecimiento del 6%.
A pesar de este arranque más moderado, las dos últimas semanas han registrado un repunte de reservas con la mejora del tiempo, lo que podría anticipar un verano similar al de 2023: marcado por decisiones de última hora y estancias más cortas.
El turismo internacional sigue al alza
Mientras tanto, los viajeros internacionales muestran un comportamiento diferente. A pesar de las subidas de precios en muchos destinos, la demanda continúa creciendo. El Arenal (+71%) y Palma de Mallorca (+37%) lideran este incremento, mientras que Ibiza apuesta por una política de precios más contenida para mantener su atractivo.
Franceses, ingleses y portugueses siguen siendo los principales mercados emisores. Mientras los dos primeros incrementan su presencia, los portugueses reducen sus visitas por el encarecimiento del destino español, que pierde competitividad frente a su propia oferta local.
También cae el turismo emisor español
En paralelo, también se ha observado una caída del 15% en las reservas de españoles al extranjero, en línea con la retracción del mercado nacional. Aun así, destinos como Roma, Punta Cana y Marrakech siguen atrayendo a los viajeros. En particular, Marrakech gana peso gracias a su relación calidad-precio, con hoteles de primer nivel a precios más competitivos que muchos destinos nacionales.
Septiembre, mes clave
Según Destinia, septiembre se perfila como el mes con mayor crecimiento, especialmente entre los viajeros nacionales, atraídos por precios más asequibles y una menor saturación.
“La clave este verano estará en la flexibilidad”, concluye Fernández. “Tanto a nivel de precios como de comportamiento del cliente. Si el mercado doméstico no encuentra opciones accesibles, el riesgo es que algunos viajeros decidan no viajar”.
Así, el precio se confirma como el principal factor de decisión este verano. Con una demanda nacional más sensible y un turismo internacional en crecimiento, todo apunta a que las reservas de última hora volverán a marcar el ritmo de la temporada.
Imágenes cedidas: Martijn Vonk en Unsplash