
España, junto con otros Estados miembros, ha logrado detener temporalmente en el Consejo de la Unión Europea algunas propuestas que buscan recortar derechos de los pasajeros aéreos. Entre las medidas en discusión se encontraba la posibilidad de legalizar el cobro por el equipaje de mano, así como elevar el tiempo mínimo de retraso que debe producirse para tener derecho a compensación hasta cinco horas. Actualmente está fijado en tres.
“Lo hemos conseguido frenar, pero volverán a intentarlo la próxima semana”, ha advertido el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy. “La posición del Ministerio de Consumo y de España es clara: no vamos a aceptar ningún tipo de rebaja en los derechos de los pasajeros” (Retrasos aéreos: Bruselas plantea que se indemnice a partir de las cinco horas).
En este sentido, el ministro denuncia una “ofensiva de las aerolíneas” que, tras enfrentarse a sanciones en España por prácticas abusivas, ahora estarían presionando para cambiar la normativa europea y permitir acciones hoy consideradas ilegales. “Están tratando de cambiar los reglamentos europeos para permitir que se pueda cobrar, dándonos la razón en que actualmente es ilegal”.
Así, ha hecho referencia directa a la sanción impuesta por su Ministerio a cinco aerolíneas por un total de 179 millones de euros. Al mismo tiempo, sostiene que el intento de modificación normativa es un reconocimiento implícito de que esas prácticas no están permitidas por el actual marco legal.
FACUA-Consumidores en Acción ha respaldado la postura del Gobierno y advierte de que “el sector aéreo está maniobrando en Bruselas” para legalizar recargos y reducir las compensaciones. La organización reclama no solo detener estas propuestas, sino impulsar una reforma contraria, que refuerce los derechos del consumidor y garantice compensaciones automáticas por overbooking, cancelaciones y retrasos.
Con todo ello, Bustinduy ha insistido en que España mantendrá su oposición a estos cambios: “Europa se juega los derechos de los consumidores y su propia identidad. Si sucumbe a las presiones de las multinacionales para cambiar las normas a su medida, el daño será irreparable”. Por ahora, una minoría de bloqueo liderada por España ha impedido que el reglamento avance, pero las negociaciones continuarán en los próximos días.