
Durante la pandemia, Latam, la compañía resultado de la fusión de Lan de Chile y Tam de Brasil, quebró, pidió amparo en el famoso Capítulo 11 de la ley americana y se recuperó; ahora acaba de terminar de reestructurar su deuda, tras también haber quebrado Gol, la tercera aerolínea del Brasil. Se hablaba de que Azul, la tercera aerolínea importante de Brasil, podría comprar Gol, pero eso era hasta este miércoles, cuando también presentó solicitud de quiebra, dado su desastre financiero (Air Europa se alía con Azul para reforzar su presencia en Brasil).
Ese es el panorama de las tres grandes aerolíneas de Brasil; las tres endebles, sobre todo como consecuencia de la pandemia, aunque no exclusivamente.
Las acciones de Azul cayeron este miércoles un 40 por ciento, lo que equivale a que durante este año perdió un 70 por ciento de su valor.
La aerolínea ha anunciado que va a hablar con los acreedores para reestructurar su deuda, pero en todo caso, como sucedió con otras muchas aerolíneas, es bastante correcto decir que los accionistas si no lo han perdido todo, poco les faltará.
“Tenemos demasiada deuda en nuestro balance, la cual proviene del Covid. Ahora tenemos la oportunidad de limpiarla”, dijo su CEO, John Rodgerson en una entrevista. AerCap, el propietario de muchos de sus aviones alquilados, es uno de los afectados.
Ya el año pasado Azul cambió 550 millones de dólares de su deuda por acciones, al tiempo que se emitieron otros 500 millones en bonos. Pero no ha bastado.
United y American Airlines aportarán 300 millones.