
Los hoteles canarios encadenan 48 meses de subidas de precios e ingresos. La fiebre viajera tras el coronavirus mejora los números de los alojamientos canarios que cumplen cuatro años de incrementos de tarifas. El negocio hotelero cumplió el pasado mes de abril cuatro años de subidas continuas de los precios, y lo que es más importante, de la rentabilidad hotelera.
Los datos, publicados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE), son una muestra más del músculo del sector turístico en Canarias, al calor del récord de visitantes que se ha ido pulverizando mes tras mes desde el fin de las restricciones tras la pandemia aunque hay voces que ya alertan de una ralentización de la actividad a lo largo de este año.
El reverso viene de que en toda España el coste de las bajas laborales ha aumentado casi un 80% desde 2019 y la previsión es que este porcentaje siga creciendo durante los próximos años, según lo ha constatado el Banco de España en su último informe anual.
En este estudio se detalla que el coste derivado del pago de las prestaciones por incapacidad temporal (IT) ha aumentado casi un 80% desde 2019 para las Administraciones Públicas y supera ya los 15.000 millones de euros, lo que supone rozar el 1% del PIB, a lo que habría que sumar el coste directo para las empresas, que en su caso se disparó un 62% en esos seis ejercicios, para superar los 4.600 millones, casi el doble de los 2.840 millones que tuvieron que afrontar en 2019.
Este aumento del absentismo ha provocado una caída del número de horas trabajadas por ocupado, que disminuyó en 2024 por segundo año consecutivo. Ante esta situación, los empresarios reprueban que se hable de la reducción de jornada y no se haga lo mismo con el absentismo creciente que hay en España.
Remarcan desde la CEOE que “hay 1,4 millones de personas que no van a trabajar cada día”, 200.000 más que el año anterior, y que más de 325.000 personas se ausentan cada día de su trabajo sin justificación médica. “Lo estamos viendo con la Seguridad Social, pero los sindicatos de esto no quieren hablar”, en una situación que en Canarias reviste de especial incidencia.