La noticia decía: “Benidorm se llena por el concurso de Eurovisión”. Uno no está al día de esto de los conciertos y los concursos musicales, pero sí tenía presente que el festival se celebra allí de donde procedía el ganador de la última edición y, por supuesto, no recordaba que España hubiera tenido recientemente algún éxito en este festival. Es más, creo que vamos de ridículo en ridículo.
Efectivamente, el festival no tiene lugar en España, pese a lo cual el titular seguía siendo correcto: Benidorm se llena, aunque Eurovisión tendrá lugar en Suiza, si no estoy equivocado.
¿Cómo es posible que Benidorm se pueda llenar con ese motivo?
Pues porque en una decisión ingeniosa, toda la ciudad se convertirá en una especie de tribuna desde la cual se podrá ver, en pantallas gigantes, el concurso. Y hasta puede que termine por ser mucho más cómodo de esa manera que no viajando hacinados hasta la ciudad en cuestión, pagando cantidades desorbitadas por todo, porque con la demanda disparada los costes se salen de control.
No hay que dudarlo: Benidorm ha sido inteligente también con Eurovisión. Y con lo que haga falta. Es una cuestión de tener pantallas gigantes, crear ambiente, y montar una fiesta. Eso es lo que hay que hacer: ingenio.
