Delta ha encontrado una forma original para no pagar los aranceles que el Gobierno de Estados Unidos ha impuesto a las compras de aviones europeos. Su situación es que tiene que recibir en breve varios A350 fabricados en Europa, sobre los cuales ahora hay un arancel del diez por ciento (China retira los aranceles a motores y repuestos aéreos).
La ley de Estados Unidos dice que los aviones nuevos han de pagar este arancel, pero no así los usados.
Así que el avión con matrícula N528DN, que fue entregado este miércoles por Airbus en su factoría de Toulouse, Francia, hará un vuelo comercial desde Francia a Tokio Narita, en Japón. Eso significa que deja de ser nuevo y, entonces, como avión usado, no paga aranceles.
Tampoco se crean que Delta ha engañado a nadie: Ed Bastian, su máximo ejecutivo, dijo que la compañía iba a buscar cómo evitar el pago del arancel que básicamente encarece en un diez por ciento el precio del avión.
Tampoco se trata de algo nuevo. Delta lleva años empleando este truco para evitar el pago de aranceles, incluso aunque no fueran del diez por ciento. Aparentemente, la primera vez que la aerolínea americana se aprovechó de este vacío legal fue en octubre de 2019, en respuesta directa a una decisión de la Organización Mundial del Comercio que favoreció al gobierno de Estados Unidos al considerar que Europa subvencionaba el lanzamiento de nuevos aviones. Con esa decisión, Estados Unidos podría haber cobrado un arancel a los aviones comprados en Europa, pero sólo si son nuevos.
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