La agencia de la Aviación Civil de Naciones Unidas ha concluido que el culpable del derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines que hacía el vuelo MH17, de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue Rusia (Rusia rechaza haber derribado el avión azerí caído en Navidad).
La durísima aseveración formaliza la acusación contra Moscú por el siniestro que costó la vida de 298 personas mientras sobrevolaban la zona fronteriza entre Ucrania y Rusia en 2014. Formalmente, la acusación es un paso fundamental para las familias de las víctimas y un golpe demoledor para el Gobierno de Vladimir Putin. Australia y Holanda habían presentado la denuncia ante los organismos supranacionales.
Penny Wong, el ministro de Asuntos Exteriores australiano, dijo que el dictamen se basa en el principio de que las armas no se han de emplear contra aviones civiles, como era este caso. “Es un momento histórico en la búsqueda de la verdad, la justicia y la exigencia de responsabilidades por las víctimas de este siniestro y de sus familiares y amigos. Ahora hacemos un llamamiento a Rusia para asumir la responsabilidad por este horrible crimen y asumir las reparaciones necesarias y exigidas por las leyes internacionales”, concluyó.
Reiteradamente, Rusia ha negado toda responsabilidad sobre lo ocurrido.
