No se trataba, como pudo inicialmente parecer, de una cuestión pasajera: los días avanzan y el cambio de tendencia turística en Europa generado por Donald Trump con sus conflictos arancelarios está empezando a ser de importancia y así lo notan las grandes empresas turísticas del mundo (El desplome del turismo europeo en Estados Unidos, en cifras).
Definitivamente, se detecta un fuerte retraimiento de la demanda turística europea había Estados Unidos. En marzo, la caída fue del 17 por ciento. Accor o Voyageur du Monde, dos entidades de primera importancia, denuncian que las reservas para el futuro cercano se han reducido. Y la causa es indudable: Donald Trump, sea por sus aranceles, sea por el aumento de los controles de fronteras (Booking alerta del impacto de las políticas de EEUU).
Accor, por ejemplo, registra una caída de reservas del 25 por ciento en Estados Unidos entre los clientes europeos. En el caso de Voyageurs du Monde, el desplome es del 20 por ciento. Entre las procedencias que registran problemas más acusados están España, Canadá, Egipto y algunos países latinoamericanos.
Las grandes cadenas hoteleras y las aerolíneas de Estados Unidos, en general, han advertido a los inversores bursátiles de la inestabilidad y debilidad del mercado de cara a los próximos meses, siempre con el mismo motivo en mente. Por la crudeza de los avisos, da la impresión de que hay verdadera preocupación por el inicio del mandato de Trump.
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